En
los momentos de crisis y, en concreto, con la ocurrencia de un suceso trágico,
los medios de comunicación juegan un papel muy importante, ya sea prensa
escrita como informativos en radio y/o televisión u otras formas de información
digital sobre lo que va a ocurrir o lo que ya ha sucedido y sus consecuencias.
Por ello, desde el Grupo de Intervención
Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPEC) del Colegio Oficial de
Psicólogos del Principado de Asturias, y ASINPEC (Asociación para la
Intervención Psicológica en Urgencias, Emergencias, Crisis y Desastres),
recordamos algunos consejos y recomendaciones tanto para los profesionales de
los medios de comunicación, como para la población general, en cuanto al
tratamiento de noticias se refiere y a la difusión de bulos, rumores y noticias
falsas.
Recomendaciones
para los medios de comunicación:
· Facilitar informaciones veraces
y contrastadas. Pese a las exigencias de inmediatez, los errores
proceden de la falta de verificación, rigor y precisión. El contraste de
fuentes sigue siendo una exigencia primordial y, ante la sobreinformación, la
capacidad para distinguir cuáles son fiables es trascendental.
· Evitar la propagación de rumores facilitando informaciones reales y oficiales.
La prudencia debe subyacer ante las
prisas inherentes a lo digital por informar de inmediato. El rumor y la
especulación en los casos de tragedias y catástrofes no se convierten en
noticia hasta que lo confirmen fuentes oficiales.
· Los periodistas
deben extremar su compromiso ético para distinguir fehacientemente qué deben
contar, cuándo y cómo. Los periodistas son responsables de lo que cuentan.
· Respetar la intimidad y el dolor de las víctimas. Los periodistas deben respetar el espacio y el dolor de las víctimas y
sus familiares, solo acceder a ellos con su consentimiento previo y actuar con
empatía a la hora de relacionarse e informar. Hay que tener siempre en cuenta
que las víctimas son las grandes perjudicadas.
· Evitar mostrar escenas de gran violencia, de contenido muy sangriento, o de muertes traumáticas, ahorrando con ello un nuevo sufrimiento a la población
que visiona esa información.
Sólo se deben ofrecer imágenes
impactantes cuando aporten información y valor añadido. No es aceptable emitir
repetidamente en bucle las imágenes de las víctimas. Nunca hay que olvidar que
detrás de las tragedias hay personas.
· En los casos de
atentados, los periodistas deben evitar que los terroristas se conviertan en
los protagonistas de las noticias, poniendo también cara y circunstancias a las
víctimas.
· Los periodistas
deben extremar el cuidado y repensar si es conveniente la publicación de
información sensible en las redes sociales. Hay que tener en cuenta que esa
información puede ser valiosa para los terroristas.
· La coordinación
entre los portavoces de las autoridades y los periodistas para despejar bulos
en las redes sociales es fundamental.
· Se debe exigir la
máxima transparencia a las autoridades a la hora de transmitir información. La
ausencia de información cierta o su ocultamiento propician que se recurra a
fuentes poco o nada fiables.
· Los gabinetes de
prensa de las distintas autoridades deben liderar el proceso informativo y
hacer frente a la incertidumbre de la ausencia de información sobre la
tragedia. Los medios de comunicación han de servir de vehículo de comunicación entre las instituciones y la población.
· Hace falta una
mayor autocrítica entre los periodistas: pese a que los errores en los sitios
webs se pueden corregir, durante el tiempo que han estado publicados son
susceptibles de dañar a algún ciudadano.
· Los periodistas
que cubren tragedias y catástrofes pueden sufrir “shocks” emocionales u otros
traumas. Por ello, es necesario que, al igual que sucede con otros colectivos
que se enfrentan habitualmente a ellos, se extienda a los profesionales de la
información la posibilidad de recibir ayuda psicológica in situ y a posteriori.
CONSEJOS PARA HACER STOPBULOS A LOS RUMORES:
Los
atentados de París la noche del viernes 13 de octubre se han vivido en directo
en las redes sociales. Los equipos de voluntarios digitales de Francia (VISOV1) y España (VOST) se han coordinado durante toda la noche para
dar respuesta a las demandas de información de los ciudadanos y para evitar la
difusión de bulos, imágenes falsas y aquellas que pudieran atentar contra el
derecho a la intimidad o dañar la sensibilidad del público. Las redes sociales
han servido también para mostrar la solidaridad en hashtags como #Paris, #Bataclan, #PorteOuverte, #JesuisParis, #RechercheParis, #Fusillade, entre otros. También para canalizar la
búsqueda de familiares y difundir consejos de seguridad.
Las redes sociales y Twitter
y Facebook se convierten en protagonistas claves para difundir información útil
de último minuto, pero también para los que quieren hacer daño difundiendo
bulos y fakes, en una situación como la vivida ayer en París.
Aquí se proponen varios
consejos para hacer StopBulos a los rumores:
– Desconfíe de informaciones
que no enlacen con una web oficial de la administración o de un medio de
comunicación serio.
– Desconfíe de los pantallazos
de medios digitales de comunicación o webs oficiales. Compruebe si es cierto
acudiendo a la web oficial o a su canal oficial en Twitter. Es fácil.
– Ojo con las fotos que se
publican en un tweet que no lleva adjunto un link a una fuente oficial o a un
medio de comunicación serio. Pueden ser falsas, un montaje o corresponder a un
hecho anterior en el tiempo. Puede verificar cuándo y dónde se publico
introduciendo el link en Google Search Images. Recuerde que el Photo Shop hace
milagros.
– Verifique los perfiles y las
bios de las fuentes que divulgan el mensaje. Si no es una cuenta a la que sigue
habitualmente desconfíe.
– No dude en preguntar a las
fuentes oficiales o a los medios de comunicación vía Twitter sobre
informaciones sospechosas. Otra opción es preguntar a los equipos VOST de
voluntarios digitales en emergencia que están repartidos en todo el Estado con
@vostSPAIN a la cabeza. Ellos están especialmente adiestrados y conectados para
detectar y neutralizar bulos. Ayude a hacer #StopBulos y a evitar situaciones
de alarma social.
– Cuidado con el WhatsApp. Si
la información alarmista le llega por esta vía desconfíe. Y sobre todo no la
comparta si dudar de ella.
–
Los pantallazos de WhatsApp
en Twitter tienen muchas papeletas de ser un bulo.
– Compruebe los horarios de los
tweets alarmistas. Si éste es de hace dos horas y usted no ve la información en
un Medio de Comunicación profesional sin duda va a ser un bulo.
– El primo, el amigo que le ha
contado un familiar, que sabe de buena tinta… No es una fuente solvente. Va a
ser por definición una fuente distorsionada, más aún si le entrega los datos
por WhatsApp.
– Y si tiene alguna duda
espere. No contribuya a generar alarma social. La protección es cosas de todos
y todos debemos hacer protección civil divulgando informaciones veraces.
El Periodismo es una herramienta fundamental para hacer frente a las crisis emergentes. El periodismo del bueno.
Nuestra solidaridad con el
pueblo francés.
(Fuentes: Grupo de Emergencias del Colegio Oficial de
Psicólogos de Madrid, www.luiserranor.com, Asociación de la Prensa de Madrid, www.irescate.es.)
Daniel Fernández Moreno
Angélica Rodríguez
García
Natalia Lorenzo Ruiz
Grupo
de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPEC)
del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado
de Asturias
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ASINPEC
(Asociación para la Intervención Psicológica en
Urgencias, Emergencias, Crisis y Desastres) www.asinpec.org
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